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sábado, 16 de mayo de 2020

Día del maestro en tiempos de COVID - 19


Día del maestro en tiempos de COVID - 19


Desde pequeño sabía que de grande sería ¡veterinario!, trabajaría en una reserva en África y trataría a animales salvajes... pero, la vida me llevó por otro camino ... en 2007 comencé a estudiar psicología y cinco años después la maestría en psicología organizacional, por que es donde está el dinero (pensaba), mientras la maestría transcurría; también la búsqueda del trabajo ideal; uno donde ganara bien y tuviera tiempo para estudiar y disfrutar de Cancún, donde decidí vivir y estudiar la maestría, un trabajo que fuera sencillo y que de preferencia me dejara libres las tardes. Frente a mi apareció el trabajo ideal, publicado en un periódico, que no compré y que estaba ahí, en un oxxo; como esperando a que lo leyera. Solicité el trabajo como maestro de sexto de primaria ... la escuela decidió que mi perfil sería mejor para secundaria y preparatoria ... Recuerdo haber llegado a mi primer día de trabajo, debió habérseme notado que no tenía experiencia, pues una excelente profesora y después gran amiga me dijo: “tienes que ser muy malo, que este primer día te tengan miedo y ya después te vas suavizando” (consejo que sigo aplicando cada inicio de ciclo escolar).



Cómo iba a saber que mi trabajo fácil y de medio tiempo me traería hasta donde estoy hoy y que mi proyecto de vida giraría en torno a la educación.



Hoy el 15 de mayo de 2020, en México, celebramos el día del maestro; ha sido un día lleno de emociones y risas; pero todo a distancia.



Por la mañana una compañera docente nos preguntaba que cómo harían sus estudiantes para felicitarla. Me es muy curioso y divertido a la vez, cuanto puedes llegar a amar a las personas con las que trabajas, que no son de tu familia y que posiblemente solo estarán un ciclo escolar contigo.



Con el transcurrir del día comenzaron a llegar decenas de vídeos e imágenes con demostraciones de cariño, etiquetas en las redes sociales y mensajes de exalumnos, alguna ya en la universidad, que me indican que mi labor tiene sentido; que por lo que me desvelo, despierto temprano, estudio, frustro y apego con pasión tiene razón de ser. Esta cuarentena me ha demostrado que la distancia no existe cuando se quiere aprender y enseñar.



Cuando decidí conscientemente dedicarme a la docencia; me di a la tarea de transformar el mundo en un lugar mejor para vivir; para mi y para todos. Sé que en mis estudiantes está el futuro y, me gustaría que esos pedacitos de futuro fueran felices, auténticos, críticos, que sepan expresarse y arriesgarse a tomar riesgos, que sepan que aunque no somos familia y que tampoco somos amigos; los profesores (los buenos, los que vale la pena llamar profesores) estaremos ahí para ellos, para lo que necesiten inclusive si ya no trabajamos en esa escuela donde nos conocimos, que pueden confiar en nosotros.



Ser docente en tiempos del COVID-19 es maravilloso, a través de mi pantalla puedo ver a mis estudiantes y como las habilidades que les he acompañado a descubrir y fortalecer son puestas en práctica y tienen éxito.



Gracias porque en esta crisis todos crecemos.




Chris/2020


lunes, 1 de octubre de 2018

Frustración, tristeza y preocupación

A lo largo de mi vida profesional, he trabajado el algunas instituciones educativas, algunas publicas y otras particulares; alguna vez en primaria otras en secundaria, prepa, universidad y desde hace poco impartiendo posgrados....

Hoy daba la clase de "Formación Cívica y Ética" a 9° (debo decir que esta es una de mis materias favoritas) y, me encentro con una total apatía ante el contenido, "Derechos Humanos", a pesar de que inicié la clase con una técnica participativa y dinámica,  mis estudiantes permanecían distantes, expectantes de la pantalla del iPad; esperando la hora de salir... en verdad me sentí triste.. no por las horas que dedico a preparar la clase o por el dinero invertido en los materiales ... sino por que estos jovencitos; son quienes en tres años más estarán tomando decisiones por el colectivo, tendrán voz y sus acciones marcarán no solo sus vidas; sino la mía, la tuya y la de todo un país. Un país que ha luchado desde hace 200 años  para salir de la miseria y la ignorancia; para figurar de manera global y trascender.

Me gusta descubrir que hay mexicanos esparcidos por el mundo construyendo una visión diferente del mexicano estereotipado, rompiendo paradigmas; obteniendo becas, ganando medallas, esforzándose por ser, por verse reconocidos y dejar consciente o inconscientemente el nombre de su país en alto. 

Con vergüenza veo a mis estudiantes, de todos los niveles, sin pensamiento critico, sin autonomía intelectual, pensando solo en la satisfacción de sus necesidades más básicas; invirtiendo sus recursos en nada, tirando el dinero de sus padres a la basura y desperdiciando mi tiempo ... Cada día me pregunto, que estrategias debo utilizar para que aprendan, para que se enganchen con los contenidos y que aprendan, no para un examen, pero si para la vida, que sean capaces de decidir y de valorar alterativas antes de llevar a cabo cualquier actividad...

Me apena como mis estudiantes creen que la dignidad  humana es un chiste, que la participación social activa es una perdida de tiempo y que lo único que importa es tener un trabajo fácil donde se gane buen dinero.

Frustrado, con tristeza y preocupación; continuo en la búsqueda de la estrategia ideal. Por que sé que desde donde estoy; puedo cambiar al mundo. 

Chris / 2018